viernes, 31 de diciembre de 2010

PROPIEDAD INTELECTUAL 2

Esto escribía, otrora:

http://katsuyoshiabogados.blogspot.com/2010_03_01_archive.html

“Ahora, recuerdo mis nociones de Filosofía del Derecho, y me pregunto por el contenido de los derechos subjetivos (incluyendo el de propiedad, subgrupo “intelectual”), y me viene a la cabeza el concepto de “legitimidad” que nos enseñaba el rojo de Peces Barba: dado que nadie tiene la autoridad para imponer a los demás su criterio, será aceptado, no ya como bueno, sino siquiera como menos malo, el de la mayoría, porque la paz y la seguridad superan en valor a los demás bienes, y se obtienen mediante el concurso de la aceptación de esa mayoría…
¿De verdad que la mayoría está de acuerdo con el contenido legal actual de este derecho?¿De verdad que la mayoría actúa en consecuencia, y no opera en redes P2P, y tiene más simpatía por la isla privada de Alejandro Sanz que por el pescuezo del negro que corre que se las pela por Sol?¿De verdad que la mayoría es una ladrona natural, en lugar de un mercado que reacciona cuando encuentra la vía ante una imposición oligopolística?¨¿De verdad que este asunto requiere de una protección distinta de la que requiere el empresario que no cobra sus facturas pese a haber suministrado el trabajo porque sus clientes no han obtenido una línea de crédito que se les daba sin excepción año tras año?¿De verdad que no puede ese que lleva en una grúa 60 días pedir que la policía municipal corra a palos al director de la sucursal que no dio crédito a su cliente con el que abonarle el trabajo, como corre al que vende en una manta y priva de sus merecidos emolumentos a Donatella Versace?”

I

Escucho el debate, y no sólo no me muda la postura, sino que añade razones, amén del escándalo que me genera que nadie haya manejado las que transcribo más arriba, ni sea capaz de poner en sistema las que he oído y de las que paso a ocuparme, que se lanzan intuitivamente al aire, pero no acaban de recibir su auténtico valor, probablemente por lo fragmentario de su planteamiento.

Veamos.
Para resolver un problema, es escolástico dividir su complejidad en tantas fracciones simples cuantas permitan que la generación de sus respectivas soluciones permita obtener una respuesta coherente a la pregunta global; después, conviene ir de la más fácil a la más difícil.
En este caso, creo, el asunto presenta dos caras (como de costumbre), la formal y la material. Pese a que el debate público, por su superficialidad y falta de sinceridad, haya creado la ilusión de que la perspectiva formal es la que impide la discusión, bajo el argumento de que la ley es la ley, y lo demás son opiniones, creo precisamente que este es el aspecto más fácil de abordar. La ley no es justa por ser Ley, ni eficaz porque se promulgue por el Parlamento: al primer error llamaban “fetichismo de la Ley”, y de lo segundo es prueba cada norma que tropieza con el rechazo de la mayoría, porque inmediatamente deviene inaplicable, y a continuación se deroga. El sostén de la Ley es el contenido de la voluntad de la mayoría, expresada a través de los cauces institucionales que esa mayoría, como Poder Legitimador (Como Hecho Fundante Básico, si no recuerdo mal a Kelsen), ha elegido para concretar su postura en una norma positiva, vinculante para todos, y que previene una respuesta para caso de su incumplimiento.
La mayoría es lo más cercano que hemos conseguido a la Justicia, y el cauce previsto, dota de validez a la norma. La eficacia de la Ley pasa por la capacidad del Gobierno que también ha sido designado, de uno u otro modo, por la Mayoría, para aplicar la Norma, esto es, para que sus incumplidores sufran el peso de la respuesta que en caso de infracción contiene la norma misma. Si no hay consecuencia prevista o Poder que pueda aplicarla, la Ley es ineficaz, y si no se aprobó por los cauces legales, es inválida, y siempre sometido su resultado al control de los jueces. Pero si no hay mayoría, a medio plazo no sirven cauces de aprobación ni previsión de sanciones, porque la norma es ilegítima, y acaba muriendo.
Aquí nos ocupamos de la Justicia, o mejor dicho, de lo más que podamos aproximarnos a ella de común acuerdo, y formalmente es fácil ver que la ficción que para la Paz Social hemos construido, la identificación de la Justicia con la opinión mayoritaria, descansa sobre la realidad ineludible de que de no aceptarse la opción de la mayoría, se impondría por la fuerza de ese número, que en si misma tiene el valor de la Paz Social, o se rechazaría por la fuerza más intensa de unos pocos, que no requiere de gran esfuerzo argumental para tacharse de Injusticia tiránica.
El resultado, en fin, de la observación de cuántos ciudadanos creen lícito el intercambio no lucrativo de archivos en la Red, arroja un inequívoco VOTO: el comportamiento es lícito ya que lo practica la inmensa mayoría, que a su vez rechaza cuantas limitaciones se quieran imponer a ese comportamiento, e incluso destierra como parias sociales a los que intentan impedirlo, al percibir lo espúreo de su actitud (hay que ver a Ramoncín insistiendo entre lloriqueos en que ya no forma parte de la SGAE, para que deje de tratársele como un apestado), luego el derecho de propiedad no ampara a quien quiere impedirlo. La mayoría, a falta de mejor criterio de política normativa, cree que ese interés de Alejandro Sanz no es un bien protegible bajo la norma que regula la propiedad, o por decirlo de otro modo, no es una de las facultades que integran el derecho de dominio, ni aún en la categoría de las que para protegerlo se ocupan de impedir a otros determinados actos, trasunto de la que permite al dueño realizar otros en su ejercicio.

Podemos comparar ese interés con el derecho medieval de pernada: a todas luces se rechaza por la mayoría, sólo lo defiende el que lo disfruta, la sociedad unánime se queja del abuso de quienes ejecutan la prerrogativa, y aún empieza a vislumbrarse una reacción de resistencia violenta ante el abuso, como se ha podido ver en video en determinadas ocasiones.… ¿Porqué no imaginar que en unos siglos la pretensión de esos privilegiados genere la misma repulsión al conjunto social? Porque, no nos olvidemos, no ha sido posible, pese a todas las campañas de imagen pagadas por el dinero de esos ricos, hacer calar en la población la idea de que la descarga equivale al robo.
¿Será porque la población no identifica lo descargado como propio de esos que lo reivindican como “suyo”?
Conscientemente iniciamos el análisis de la segunda parte, la material, evitando incidir en los errores de los actores legales de la protección de ese interés que acabamos de demostrar como ilegítimo, porque rechazar una regla por su abuso es demagógico.
Preferimos, por más eficiente, olvidar los excesos de la SGAE y centrarnos en que independientemente de ellos, el interés defendido no es legítimo por no coincidente con lo que la mayoría siente, último fundamento de la democracia. Como vimos antes, será válido, y no seré yo quien se dedique a pontificar sobre su “bondad”. No es legítimo, y la consecuencia es que no es eficaz, y su validez parece sólo provisional.
Por concluir este análisis formal, un planteamiento de esos que acaban con las dudas: ¿Por qué discutir? ¿Porqué hacer depender la decisión del espúreo comportamiento de nuestros deleznables políticos, para los que nada importa el bienestar común que se les ha encomendado tutelar, sino sólo su permanencia en la poltrona? ¿Por qué no ahorrarles ese trance de tener que hacer su trabajo bien, si sabemos que ello pone en riesgo su poltrona y eso les repugna? Si hay duda acerca de si la idea que planteo es legítima en estrictos términos de mayoría democrática, y que de ser así, toda norma contraria sólo es una indigna protección de intereses minoritarios conseguida a través del uso de sus múltiples recursos para influir, de los que la población no dispone, ¿Porqué no pasar de la percepción de que esa idea es mayoritaria, y por tanto, formalmente justa, a la certeza mediante la consulta que le confiera el rango de validez de una Ley aprobada por referéndum?
Creo que el resultado de la consulta popular no admite dudas, que los recursos invertidos en su celebración serían por tanto un derroche… pero aún así, y como cierre del razonamiento, a por ello¡¡¡

II

Ahora queda la segunda parte, la más difícil para mi. No defendería algo con lo que no estoy de acuerdo, por más apoyo mayoritario que tuviera. Y si queda claro por lo expuesto que el panorama jurídico ha de discurrir en un sentido distinto al impuesto por esos influyentes de las pancartas pacifistas, por esos ricos de las subvenciones, por los denostados imperialistas cuya bandera ostentosamente ignoramos, pero cuyo apoyo mendigamos, sino simple y claramente en el que dicta la mayoría, debo ahora aclarar porqué creo que lo que defiendo es en si mismo moralmente correcto. Acépteseme, a cambio del riesgo que asumo por meterme en el jardín sin necesidad, que no acepte aquí discusión, y que me limite a perseguir el convencimiento del lector, porque a diferencia de lo matemático, de lo ineluctablemente mecánico del planteamiento formal, político, o democrático de más arriba, el sentido del Bien y el Mal es más bien químico, y de diferente incidencia en la sensibilidad de cada cual.
1.- Poniéndome en el lugar del que no piensa como yo, aunque ese sea Alejandro Sanz, y prescindiendo de los aspectos “plásticos” del tema, de esos abusos que predisponen contra su postura, pero que no son determinantes para rechazarla hasta que haya un mejor razonamiento, debo colocarme en una noche fría de febrero, en la buhardilla en la que el hermano Sanz se refugia al abandonar el hogar paterno, ilusionado por hacer su música, sin importarle un carajo si se vende o no, porque necesita comunicarse con sus semejantes…Escribe una canción cojonuda, a todos gusta, vende muchísimo, las modelos a sus pies, otro disco, y a Miami¡¡¡ Qué éxito¡¡¡

No, no, no, que no es así¡¡¡ Él lo sabe, si recuerda: en ese momento, está agradecidísimo de que sean trescientos y no tres (Padre, madre y abuela) los que oigan la canción, porque la puso en MYSPACE.
Él, y todos los que están en su situación. Primer escollo para la postura: ¿Cómo es posible que sólo la defienda el músico forrado, y sólo después de forrarse, mientras que el que quiere forrarse, esté en pleno desacuerdo, y vea a Internet como su planteamiento de negocio? ¿Qué decir del que no quiere forrarse, sino que siente la imparable necesidad de comunicar sus sentimientos a la mayor cantidad posible de destinatarios, esa necesidad que define al artista, y a la que tan eficaz e igualitariamente ayuda Internet?
Apunto una respuesta: la colocación en Red sirve al propósito del Arte, y la obstaculización al libre uso de lo colocado, además de probar que lo que haces no es arte, que pide a gritos la máxima difusión, sino producto, que sólo pretende su intercambio por precio para el que lo pueda pagar, impide al artista comunicarse, para sólo beneficio del comerciante, artesano, como queramos llamarle tras excluir el término “artista”.
2.- Vale: imaginemos que esos “comerciantes no-artistas” reconocen en perjuicio de la mentira que les hace permanecer mejor en el machito que lo suyo no es arte, sino comercio, y aceptan que les dejen de lado los puristas, porque el euro del consumo les vale igual.
Resultaría que, para crear el producto, se gasta en grabación en estudios carísimos, en composición por “técnicos“ que ceden su arte (aquí si) por dinero cediéndoles a las estrellas, en concepto de relaciones públicas para el lanzamiento, el mérito de la creación, en músicos de estudio a millón el minuto, en publicitarios y abogados… un montón de dinero. Y el resultante es un archivo MP3 que gusta muchísimo. El público lo oye, lo baja gratis de internet, la inversión tirada, ya no habrá más música, nadie hace nada por nada…
No, no, no, que no es así¡¡¡ Pese a los “apocalípticos”, a todas estas estrellas no les ha ido mejor ni han ganado más en su vida¡¡¡ Aún como producto, y no como objeto de arte, esos comerciantes ganan cada vez más¡¡¡ ¿Cómo es posible?
Fácil, casi hasta un punto obsceno, que da pudor aclarar: Yahoo divulgó cómo se gana dinero en Internet, y no es cobrando, porque Internet es de todos, y el que quiere cobrar inmediatamente se percibe como uno que quiere robar. No se le mete en la cárcel: se le ignora, y no gana nada.
El que da servicio sin cobrar es aclamado como héroe comunitario y, tranquilidad, el karma digital inmediatamente aparece remunerando su esfuerzo…No llegamos a ver la ruina de los buscadores gratuitos, o de las redes sociales gratuitas, sino que los utilizamos gratuitamente a la vez que sus creadores se enriquecen. No a euro por consulta, sino por vías alternativas, desde la inicial de la publicidad, hasta las más sofisticadas que difícilmente llegamos a comprender los terceros, pero que igualmente son atractivas, ya que mantienen la oferta gratuita.
Los “apocalípticos” ganan cuando su producto llega a todos, porque venden más entradas, publicitan más productos, se les conoce más y por tanto tienen más Poder… Lo que hacen al intentar sumar a esa ganancia el mezquino euro por canción, es simple y llanamente…PERDER. Ni van a evitar que esa canción se baje gratis, ni van a estar en mejor posición para vender entradas o parecer más simpáticos de cara a hacer anuncios, etc…

Al fin, la inconmensurable riqueza de esos, el hecho de que sólo compartan su postura los que están en su situación o desean estarlo, el radical desacuerdo de los artistas que quieren darse a conocer, y la abrumadora mayoría de los que con su voto deben delimitar el contenido de su derecho, y no están de acuerdo en que el ámbito protegido integre el privilegio, demostrándolo cada vez que compran o descargan,” votando” así miles de millones de veces diarias, y requiriendo sólo la oportunidad de poner ese voto en cauces formales, … todo eso nos dice que los reivindicadores del privilegio no tienen razón. Pero es como cuando llueve: lo más difícil de razonar es lo más simple a la apariencia. Razonar hasta crear el censo enfitéutico no ha requerido gran esfuerzo, mientras que explicar porqué cae una manzana…

III

Creo poder apuntar una razón que explica porqué es tan “fea” la postura de esos a los que me niego a llamar autores, no porque no lo sean, sino porque no ocupan entre los que los son una posición que los haga, ni mucho menos, representativos.
Vaya por delante que mi amor al arte implica amor a los artistas que me mejoran y respeto a los que lo intentan sin conseguirlo. Ninguno de esos defiende la prohibición de las descargas.
Vaya por delante también mi amor al mercado, que acarrea la admiración por los que aplican sus capacidades a la materia prima para generar un producto apetecible por posibles consumidores. Esos también se están forrando porque saben cómo se vive hoy en globalidad, y cómo se obtienen beneficios y como no, y aún más, como se es un puntal de la comunidad y cómo se es una rémora.
Me aplico ahora a la tares de explicar porqué me parece moralmente aceptable la descarga de archivos y reprobable su prohibición, sin recurrir al argumento democrático, en si mismo bastante para que las cosas cambien.
El que intenta impedirme bajar una película o un disco porque dice que es suyo, olvida que, a diferencia del escenario que interesada y falsamente presenta en el spot publicitario, no estoy robando el disco o el DVD de una tienda: no lo ha prensado, empaquetado, distribuido, y hecho llegar materialmente a un pueblo perdido de Timbuktú, no ha gastado en papel, plástico, gasolina, sueldos, carteles, espacios de exhibición, promoción en medios… !!!
Se ha limitado a hacer doble click en un archivo, para usar lo que es de todos, el dominio público internáutico (Dominio público: “propiedad pública que se destina al uso o interés público”), sufragado no con sus recursos, tan grandes, sino con los muy limitados de todos, pero de manera particularmente intensa para su propio beneficio¡¡¡*

*Este argumento principal puede reforzarse con otros subordinados, del tipo “Película subvencionada, o sea toda película española, equivale a película descargable, que para eso la he pagado una vez, a ver porqué dos” , que en el escenario aborigen permiten dar sentido a la cultura cinematográfica, pagada por todos y no exhibida en sala ni distribuida en DVD, pero que puede llegar por internet al público que la pagó, y dignificar así el trabajo de su autor… Claro que en el escenario mundial ese argumento sólo aplica a una parte pequeña del producto¡¡¡ Pero aún, ésta cuenta para ser rentable con la posterior distribución en video, luego no es cierto que la exhibición en Sala sea su soporte primario, y por tanto haya de ser sacralizada.

Se abre paso la idea de que estos que nos dicen que les robamos son, en realidad, los que roban. En efecto, el que se asoma para que le vean, con la finalidad que sea (incluyendo mostrar lo que quiere vender), no juega con la propiedad sino con la imagen. El que quiere retener la propiedad no la abandona en una autopista y luego se queja de que los que pasaban la cogieron (res derelicta, res nullius): salvo que esté loco, lo que hace es buscar un impacto de imagen.
Creo, por tanto, que el que coloca su trabajo en la autopista internáutica, y más aún cuando grita a los cuatro vientos que es para enseñar y no para compartir, debe ser tratado con aplicación de las normas sobre propia imagen, que tienen un abigarrado desarrollo jurisprudencial, y que contemplan la dualidad perjuicio-beneficio distinguiendo si se aplica a particulares o a quienes ceden su imagen para obtener emolumentos, relativizando desde entonces la protección de su privacidad, en lugar de invocar las que regulan el dominio.
Si no quieres que te vean, no te expongas; si dices que la exposición no ha sido voluntaria, lo primero que debe suceder es que no se te haya pagado por ella. Mutatis mutantur, si quieres vender tu música o tu libro o tu cine, no lo pongas a pública disposición en formato pirateable. Pero, sobre todo, si aparece en la Red en tal formato, que no sea en tu página web o en la de tu Editorial.

Es muy crítico el caso de los libros, porque no hay arte añadido que se pueda comparar con el texto para defenderlos. La mala noticia es que nadie lee, por lo que el pirateo, aún de e-books, no es atractivo. Su papel en la regeneración del hábito de leer, aún a costa del autor ya que a la postre será en su beneficio, es otro asunto distinto, aún esencialmente.


Y aún, creo que en el caso que nos ocupa, un factor modaliza esa respuesta, y es que el medio de difusión no es privado, como pueda serlo una revista que se vende, o una televisión que busca beneficio, sino público y sufragado por todos, de modo que Alejandro Sanz no sólo no es víctima de un robo, sino que para alcanzar un beneficio que a todas luces está alcanzando, usa un potentísimo medio de difusión; medio de difusión que pagamos todos por igual, mientras que sólo él usa con especial intensidad.
!!!Todos pagamos por que exista el espacio que él usa gratis, y él quiere cobrarnos por usar lo que él deposita en ese espacio¡¡¡ Compárese mi presencia y la suya en la Red. Y ahora, lo que por ella pagamos ambos (ojo, no por crear imágenes o programas o teras y teras de contenidos, sino por el espacio ocupado: el dominio nos cuesta igual a ambos, y su presencia es exponencialmente mayor que la mía, al punto de ser responsable de la disminución del ancho de banda de que yo dispongo si el personal se pone a ver su video el día del estreno)
¿Que pagamos igual?
No, no, no, que no es así¡¡¡ No se si yo albergo gracias a Google mi humilde blog en un servidor patrio o turco, ni cuál de las dos opciones sea más cara. A este efecto, si que estamos igual.
Pero si un degenerado usa mi página para colgar fotos de pederastia, yo llamo a la Guardia Civil para encarcelar al gorrino, mientras que si ese usa la página de Sanz a idéntico propósito…También llama a la Guardia Civil, como encargada de delitos cibernéticos. El mismo agente cobra en ambas intervenciones de mi dinero, porque el amigo Sanz está pidiendo la intervención de las Autoridades tras eludir su coste insolidariamente domiciliándose en un paraíso fiscal¡¡¡ Parece un etarra pidiendo la intervención del médico forense para certificar sus heridas derivadas de la detención: nada más patético que el que rechaza y aún intenta destruir el sistema, sobre todo en aras de un interés tan grueso, exigiendo a gritos ser protegido por ese mismo sistema que heroicamente combatía¡¡¡
No, no es justo. El que usa la red con más intensidad debe pagar por ello más que el que la usa en menor medida, por lo que el saldo es netamente perjudicial al amigo Sanz ¿Derechos por descarga? ¿Dónde están abonados los derechos por cargar?*

Me .atrevo a concluir que lo que nos trae a este foro es ya sólo un leve incidencia contable, según se reflejen los platos deliciosos que se han consumido. Agradezco como artista poder plasmar la factura en dos momentos distintos, Pero si no me aguanta el pavo, como es previsible,

* No puedo por menos que expresar como disclaimer que ese A.S. no es una persona sino una categoría, y que la he denominado en función de la portavocía que el tenedor de la denominación ha venido ejerciendo. Sus circunstancias y opiniones me sirven para plantear el debate, pero equivalen a las de tantos otros en su olímpico lugar, desde Metálica a Almodovar. Disculpa, cantante, es sólo que te has puesto a tiro. No hard feelings…hace un par de años habrías sido Ramoncín. Ya nos conoceremos, y si quieres, te dejo hacer un par de asaltos conmigo para hacernos amigos.


IV

Por último, y aunque sólo sea por agotar el argumento desde el punto de vista dialéctico…
Hace tiempo, un tendero de discos se me quejaba de las mantas, porque le quitaban clientes. Poco tiempo antes, el mismo había sido pionero en la introducción del CD, carísimo en relación con el disco de vinilo. Pronto, su buen gusto le hizo retornar al vinilo, otra vez explorando horizontes que en este caso no eran nuevos sino perdidos, porque nadie tenía giradiscos, y de hecho la quiebra de casas fabricantes generó dramas que desincentivaban su adquisición (mi Thorens TD-2001 de cuarto de millón de pesetas quedó inservible al cerrar la fábrica, y no haber repuestos para una goma transmisora de…10 pesetas de coste¡¡¡). Como quiera que fuese, tuvo claro que un CD es un plástico casi sin valor que almacena una larga serie de 0 y 1, en un espacio tan pequeño que no permite arte añadido. El vinilo es todo lo contrario… El mercado obró el milagro, cual karma liberal: el producto sobrevalorado perdió la batalla al ponerse en competencia con su réplica a coste real de producción (mentira el argumento de que el pirata no soportaba el coste de creación: hoy un CD oficial cuesta la tercera parte que entonces, luego entonces nos estaban robando), y el producto tan amado de los aficionados no solo pese a, sino aún precisamente por, sus imperfecciones, triunfa en ventas, sin amenaza del mercado pirata, que se limita a traficar con 0 y 1 puestos voluntariamente a su disposición por sus productores.
Este hombre vende vinilos otra vez, y no se siente amenazado por ninguna competencia desleal. En realidad, su seguridad descansa sobre el hecho de que ya no vende lo que no vale lo que cuesta, no colabora en el robo al consumidor perpetrado durante tantos años y con tanto desprecio, y no sufre ahora su revancha. Dudo que ninguna mafia china, aún esclavizando mano de obra y eludiendo el coste del artista, sea capaz de replicar un doble vinilo de 180 gramos con portada original de cartón y letras en folleto interior por mucho menos de lo que se vende en los cauces legales ese producto… Por tanto ese es un buen nicho de mercado que no necesita de la protección de nada que no sea su valor en mercado. No necesita campañas de imagen para justificar su coste ni leyes que lo tutelen. No intenta robar el medio o espacio que es de todos para colocar su imagen ni mentir para que ese humo se convierta en una “propiedad”. Si lo quieres, lo compras. Si lo encuentras más barato, puedes optar porque el caro habrá de aceptar que su exceso de precio es un abuso. Por supuesto que pequeñas variaciones afectan al producto original, pero su tamaño no lo compromete, su ahorro inevitablemente acarreará renunciar a los pequeños detalles que el coleccionista agradece y que siempre quedarán fuera de la réplica; y a cambio se permitirá al aficionado probar antes de comprar, construyendo su colección con criterio, y no a golpe de engaños publicitarios que sólo hacen inútil un tanto por ciento de esa colección, en lugar de hacerla la mejor posible en función de los gustos y medios disponibles de su propietario, y al fin cayendo el mismo dinero en manos del artista, pero en este caso no del que se publicita, sino del que gusta al comprador.

Da escalofríos, ¿Verdad? El Mercado… Es lo que tiene…

Buenas noches.

viernes, 10 de diciembre de 2010

LA NUEVA MAYORÍA: WIKILEAKS, NANOBOTS, Y LA TRASCENDENCIA NADA METAFÓRICA DEL ADDDDS

Escribía semanas atrás:

"El ataque de denegación de servicio consiste en una masiva petición de acceso a una página web, generando en el servidor que la alberga la incapacidad de mostrarla a los visitantes y, aún más, a modo de cortocircuito ,la decisión de eliminar esa página de las exhibibles para permitir la presencia de las demás... tal efecto se logra con multitud de visitas que, a su vez, pueden provenir de la voluntad de los visitantes o de un mecanismo robotizado que "visite" masivamente con el propósito de bloquear; en tanto que obedezca a una visita masiva de "votantes" (internautas) que ciega un ejercicio de Fuerza cuyo Fundamento no se comparte, supone la expresión de un Poder que es ya el kelseniano, el Hecho Fundante Básico, en cuanto que expresa una Fuerza, abstracta en tanto que ejercida por una mayoría capaz de alterar el rumbo de los acontecimientos, y con una eficacia visible para TODOS, en el TERRITORIO COMÚN. Bodino, creo, estaría de acuerdo. El ataque robotizado , además de inusual, suele ser inútil, ya que genera un movimiento pendular de simpatía en la Red a favor del atacado...

Hablo, ya imaginaréis, del ataque a la SGAE"

Paso de repetirme, y de respetar al que no me lee: para entender esto, vid. posts anteriores que explican mi reluctancia al cumplimiento automático de la ley, en función de los nuevos escenarios donde se desarrolla la legitimidad democrática, y no por prurito de desobedecer, sino como respuesta a la disfunción crónica que se ha enquistado a causa del grupo de los Políticos.

No es libre el que hace lo que quiere, sino el que obedece normas que él mismo ha impuesto.

No creo en la imposición de normas individuales, ya que su autor no puede obligar a los demás a cumplirlas, por lo que son sólo un catecismo o un divertimento, hasta que no llegue la Guardia Civil, muy azorada, defensas en ristre...; si creo, en cambio, en que la imposición normativa de la Comunidad titular de la Fuerza puede revestir distintos modos para su expresión, tan coercitivos en la práctica (lo que demuestra su legitimación) como las normas parlamentarias, y aún más. si se atiende a la capacidad del sistema que las produce de responder a los casos de quebrantamiento.

Voto visitando concertadamente la página del Banco XXX. Demuestro que es mayoritaria la repulsa a una política específica de tal Entidad acerca de un determinado producto, si paralizo su actividad en internet; en caso contrario, demuestro que independientemente de lo justo o no de mi pretensión, no estoy respaldado al punto que se necesita para conseguir un editorial.

Me toca reconstruir mi concepto de Fuerza contemporaneo. En primer lugar, debo esperar a la empatía de grupo.. Ahora que somos seis...


Leo esta mañana un suelto sobre la conversión de Wikileaks en campo de batalla.Sus detractores (eufemismo: los servicios secretos de todo el mundo) atacan para privar de fondos: bloquean paypal.Sus defensores (eufemismo: la élite de la disidencia, en armas contemporaneas)atacan al establishment cegando temporalmente Pentágono, CIA...

Advirtiendo ambos que el objetivo es la privación al adversario de presencia en la Red, más el coste en mala imagen que ello acarrea, se enzarzan en un combate en el que el número(¿votos?) será crítico, pues de la masividad de respuesta dependerá la efectividad del ataque.

Y ahora escribo otro trozo de novela de Asimov: defina el lector quiénes son los malos y quiénes los buenos en este duelo:

En la esquina derecha, unos abandonan la mayor o menor ingeniosidad del software para multiplicar los intentos de acceso en el menor número posible de unidades de tiempo. (pista: lleva rastas...¡¡¡). Proceden al uso de nanobots, aumentando así los sujetos que hacen determinada petición en determinado sentido y la repiten, a base de construir muchas unidades de ese sujeto, aunque luego no tengan más utilidad y sean biodesagradables durante siglos;

En la esquina izquierda, los inventores de ese software, obviamente incapaces de financiar la construcción del referido hardware auxiliar, vuelven a tirar de "concepto" para responder: los humanos votan y legitiman. También con el ADDDS. (días atrás explicamos cómo). Si no pueden dedicarse a jornada completa a la contienda política, como un robot, si pueden ceder parte de su poder internáutico...

Esto es lo que me alucina: el programa de contraataque para defender wikileaks está disponible en Red fácil y gratuitamente, pese a su versatilidad para joder a cualquiera, y la expresa advertencia de que su instalación conlleva accesibilidad en remoto, de modo que al menos parcialmente nuestro PC se ha convertido con nuestro consentimiento, en un ZOMBIEPC¡¡¡

Hasta ahora esa táctica se usaba para multiplicar SPAMS, con troyanos. En este caso, se usa para combatir máquinas que los poderosos pueden comprar, con fuerzas humanas agregadas voluntariamente a una misión cuyo objetivo se comparte.
Huelga decir quién usa nanobots o troyanos ilegales, y quien cede con un programa parte de las utilidades de su PC.

Amigos, esta es la nueva Democracia, combatiendo con el nuevo ... ¿Ilegitimismo? (Es que para mi, el fascismo, autoritarismo, falangismo, etc.... no deben ser insultados)
Es tópica la arenga del que compromete hasta su sangre por una idea que no comparte, para que pueda ser expresada.
Aquí sólo se habla de compartir ancho de banda. La nueva forma de votar....
No es siquiera para acceder: para evitar que el otro acceda, los contendientes han usado iguales y repugnantemente antidemocráticas armas. Han usado su volumen para paralizar un servicio público. O su inteligencia, y no son tan antidemócratas...
Pero, ¿dónde duerme Jodorowski? Al fin ha de haber algo concreto.

jueves, 9 de diciembre de 2010

IGNORANTIA IURIS NON EXCUSAT... SED SCIENTIA ¡¡¡

1.- Mi hija ha visitado este fin de semana un parque infantil de atracción que se ocupa de simular a nivel idiota (me niego a calificarlo como nivel infantil, porque incurriría en la falta máxima de respeto en que un padre puede caer, pensar que su hijo tiene por falta de experiencia y edad una deficiente capacidad intelectual tanto de procesamiento como de almacenaje; y a la vez en un error que tengo bien comprobado, y que ciega al que ve a los niños como sujetos inferiores de relación, cuando su capacidad de aprendizaje y crecimiento nos supera estratosféricamente, de modo que cuando situamos en su escenario preguntas que nos conciernen hallamos respuestas infinítamente mejores que las nuestras¡¡¡) un conjunto, siquiera parcial, de actividades sociales y profesionales que esperan en la edad adulta a sus usuarios.

Como novedad, mi hija relata que le ha correspondido con otros niños ser diputada, dividiéndose en dos grupos, cada uno dotado de un juego de papeles con posturas distintas, que debían designar un portavoz, para debatir sus puntos de vista con el del otro grupo.

Le pregunté cuál era el objetivo, o quién ganaba, porque en ese parque hay una recompensa en dinero ficticio (curiosamente, ese dinero no compra nada, ni chuches, que no sea...el acceso a un mejor trabajo¡¡¡): no supo decirme ni cómo se ganaba en ese juego, ni qué grupo ganó en esta ocasión...

Decidimos reirnos pensando en que ganaba el grupo de niños que se llevaba a su casa más cosas del parque, hurtadas durante los debates, en castigo por su esterilidad.

2.- He descrito en multitud de ocasiones el avance social que constituye el abandono individual de la violencia en favor de un usuario monopolístico, colectivo, y legitimado por el voto de los que tienen la capacidad de ejercerla. Curiosamente este discurso tan manido suele eludir el dato de que el que renuncia a la fuerza ha de ser fuerte... y generoso, ya que en ese negocio sólo pierde.

He exteriorizado, pese a lo políticamente incorrecto de tal pensamiento, que nada vale el voto de quien no tiene fuerza alguna, ya que nada da al común, y sólo se hace párticipe por la rápidamente olvidada bondad del fuerte, incorporando su debilidad al caudal de calidad del que dispone el cuerpo social que lejos de eliminarle, y aún de tolerarle, incluso de cuidarle y mimarle, se inventa una culpa en su dolencia para aceptar que sobreponga su papel al del fuerte, quizá aún olvidando que tal decisión podría valer como expiación de una culpabilidad por demostrar (generalmente planteado por ese débil; generalmente puesta en cuarentena su crítica independientemente de las razones que la asistan, y por causa del número de los débiles, unido a su capacidad de impresionar la virtud del bueno fuerte; de modo que no hay más alternativas, y manda el fuerte malvado, o el débil igualmente malvado: El listo débil físicamente opta inmediatamente. Nunca vencerá al listo fuerte... salvo que ponga en su contra a los débiles uy tontos, y sea capaz de consagrar reglas del juego que den valor a la posición de esos desechos, lo que pasa necesariamente por convencer a los listos fuertes... Culpabilidad es la receta.

Un paso más allá: el listo ha de compartir opinion con otro listo, independientemente de su fuerza; si es así, sólo el temor que le genera que el fuerte se arrepienta de su tolerancia, puede llevarle a apartarse de esa posición compartida de dirección.
Y sólo la mentira (culpabilidad, olvido o ignorancia del origen piadoso de la tolerancia, etc...)puede sostenerle, por lo que ya hemos llegado a la conclusión de la maldad en esas posiciones.

Un pasito más: aparece un listo o conjunto de ellos más o menos fuerte (fisica, economica, socialmente...) que es lúcido acrca de esa posición malvada, y que por su exiguo númenro no se ve capaz de competir con la "falsa élite" de mediocres mentirosos y débiles que ocupan el poder sólo gracias a la manipulación y la mentira.

Podemos encontrar ahí dinastías de gobierno encarnadas en religiones, imperios, conglomerados empresariales, nucleos inatacables de formación y transisión de información u opinión...

Todo debido a la generosidad mal entendida, ya que aún si incorrecta, una postura impuesta a todos por la fuerza permite un desarrollo mayor que otra cierta y no imponible a nadie, que convive en igualdad con otras falsas.

3.- En paralelo a todas estas situaciones, la Historia avanza impertérrita generando para explicar su mecánica explicaciones que adquieren la categoría de leyes a pesar de no haberse acordado por cuerpo social alguno, ni contar con componentes de justicia medidos, como mínimo, por la presencia en la mayoría de las almas...

Los hombres viven gobernados por dirigentes mediocres y espureos, que ni saben i quieren generar normas ficacpara el crecimiento de la comunidad.
Tempranamente se alumbra en la vida jurídica romana la Fictio Iuris, la mentira que permite por comunmente aceptada (o sea, por la misma razón que se aprueban las leyes, pero sin seguir el trámite que pasa por esos ineptos corruptos)que una norma inservible (no parece dificil encontrar la causa de su obsolesccencia, si no de su radical inustia)que las situaciones a las que afecta puedan desenvolverse con eficacia.


El punto 1 muestra la percepción común del problema que causa el punto 2, y que nos hace vivir en la mentira del 3 (ya que de no aceptarla, sería insoportable la vida bajo las normas creadas por esa escoria.)

Al fin, veo bondad sincera en casi todas las posturas políticas y filosóficas, aún si adolecen de ingenuidad o se tiñen de complejos personales sus autores.

Menos en una.

Socrates muere al estúpido grito que confunde ética y moral: más vale sufrir la injusticia que cometerla...(????) Un cuñado mío dice que cuando baja a mi sobrina al parque prefiere pedir perdónn que explicaciones...¡¡¡

4.- No me tengo por el más lúcido del mundo, pero creo que he expuesto con claridad que la designación representativa se ha sustituido por la democrática (hasta ahí, bien...), y luego cómo se ha confundido a la una con la otra...

Si renunció el fuerte físico o económico, es cuestión de tiempo que la regla la vuelvan a imponer o, peor, que parezca que la imponemos entre todos mientras que el cuerpo social es violentado por esos fuertes, en presencia de unas normas que ni se aplican ni permiten la rebelión.

Pero es que si fué el mental, ay bendito¡¡¡¡ Ahí no hay pautas para la descripción... Los mediocres despreciando, y aún ejerciendo de fuertes físicos o económicos sin serlo, todo por el número......

No se si el cansancio o el asco me impiden progresar en la descripción de esta variable, que es sin duda la descripción del mundo actual. Prefiero dar otro paso.

5.- Nunca más que hoy ha sido crucial en todos los sentidos el cultivo de la Fuerza, llamada Santidad, KI, perfección, o de cualquier otro modo.

La Justicia impone que prevalezca la Bondad, y es evidente que los débiles que mandan no lo hacen para el cuidado de todos los débiles, sino para abusar de los débiles que no mandan, llamando para ello a algunos fuertes en su auxilio, si es necesario. También es obvio que la renuncia a la fuerza no ha acarreado el dominio de la razón, de la fuerza mental, ya que la estupidez es característica entre esa clase que se afana en mandar, y que sólo muestra una especial habilidad para conseguirlo.

Quizá este sea el nucleo del problema: sin ninguna utilidad, y aún siendo muy perjudicial, hay una habilidad humana que no aporta capacidad de supervivencia ni productividad, ni felicidad al común, sino sólo un mejor acceso de quienes la tienen a los puestos de gobierno, capacidad que necesariamente ha de ser acompañada por la de mantener engañados a quienes sustentan al parásito, o de otro modo, este desaparecería.

Podría a la inversa razonarse que quienes ocupan esos puestos son la remora descrita, y deben ser extirpados de sus funciones sin mayor espera.

5.- Retomo e hilo un día después: el perezón inmenso que me ha generado leer lo anterior me hace compadecer a quien se adentre desprevenido en sus contenidos; y también ir sintetizando, para llegar a algún lado

(VALE, SI RECUERDO DÓNDE QUERÍA LLEGAR. SÓLO ES QUE LO QUE IBA A SER UN HILO SE VA A CONVERTIR EN UN PAISAJE CON UNA PUERTA AL FONDO)

El desarrollo del modelo democrático es sólo un lujo que permite la construcción del Estado. Ha de haber un poder que garantice en un territorio a todos sus ocupantes la estabilidad de las reglas de convivencia, y a partir de ahí, que ese monopolio de Fuerza lo ejerza en efecto el fuerte, o se atribuya a quien designe la comunidad, depende del grado de generosidad del fuerte.

Igual al hacer interactuar Estados enfrentados.

Hoy, el problema es el olvido: las guerras no se culminan, ya que la demostración de la superioridad bélica sólo puede alcanzar el retórico objetivo de, precisamente, demostrarse quién era más fuerte.
A partir de ahí, cuídese el vencedor de seguir adelante en su despliegue. El vencido tiene "derecho" al abandono de su territorio por el vencedor, e incluso a ser indemnizado por los daños, como si todo hubiera sido un juego.

En el ámbito interno, la Ley defiende su modernidad abatiendo al superior que descuella, dando poder al mediocre cuyas ocurrencias aplaude el vulgo mientras nos arruinan... Pero...

¿Qué sucede si recuperamos memoria y lucidez, si abandonamos el complejocon el que se quiere debilitar al fuerte, si negamos una culpa por ser más altos, inteligentes, fornidos, analíticos, connaisseurs,...apasionados con destrezas que se ejercitan donde sólo hay grises mediocres?

Recuperando la memoria del abandono de la Fuerza, recordaremos también que su motivo fué el cuidado del débil; y veremos que ese objetivo ni se plantea por los que han recibido nuestro encargo de gobernar.

La obediencia a la Ley recupera una textura antigua y fronteriza, se vuelve a plantear como decisión individual del que tien ecriterio para discernir sus efectos, y sabe que es de los que ha cedido Poder, por lo que pertenece al grupo de los que pueden decidir la retroacción de tal cesión.

Quizá el pavor ante esa posibilidad motiva los numerosos medios de hipnosis que el político usa para permanecer en su lugar una vez demostrado lo pernicioso que ello resulta, ya que a la vez que él, pierden esos votantes-parasitarios que no tienen otra cosa que ofrecer al bien común que su número en la urna, mientras que obtienen a cambioventajas cedidas por los que producen.

En fin, concluyo, admito la inexistencia actual de modelo alternativo; por eso propongo una vía individual de pensamiento y acción resistentes, a desarrollar por esas élites de fuerza e inteligencia que se niegan a servir al poder político, entre arcadas de asco.

Es ético el icumplimiento de la Ley injusta; pedagógico para los observadores, y aún plástico para el comitente y su círculo.
Pero siempre que se admita la carcel como residencia temporal, si el mensaje enviado cala en la sociedad (Mandela), o como escuela de oficios varios en caso diverso.

Alguno que me conozca no creerá en lo que escribe este relativista y positivista.
Pero al fin, negados los valores trascendentes de la Ley, no podemos cuestionar su eficacia sin plantearnos desobedecerla. Para ello, el propósito es esencial: sin intención de cambier la Ley injusta, su desobediencia no tiene sentido; sin divulgación de la acción, tampoco, pues se pierde la posibilidad de conseguir lo más preciso, la mayoría.

Por mi parte, ni siquiera en estos sistemas de participación popular extraparlamentaria confio.

Me limito a incumplir la norma sistemáticamente, al percibir que mi fuerza y dinero se merman y no se incrementan cuando la cumplo; y que ni aún la generosidad me hace replantearme la cuestión, y con ello entregar las armas como se me propone, al observar que mi gesto tendrá inciertas consecuencias.

6.- Concluyo que mi consejo de resistir la Ley como deber ético, tanto en presencia de lo colectivo de la afrenta, cuando si habíamos de enfrentarnoslas sólos dando ejemplo, es tan impresentable como la de Gandhi, pero la presento en esta bitácora por su trascendencia jurídica.

Si no hay valores incontrovertiblemente demostrados, su analista debe aislarse para ser objetivo.

El valor errado ha de combatirse por las élites... Eludir el castigo por su no aceptación es también debido, por su efecto pedagógico: redime del temor al castigo divino, que tarda en aparecer, como único ligado al cumplimiento de esas normas rancias.

"Conversación entre reclusos:
-Y tú, ¿porqué cumples condena?
- Por que me ligaron..."

La norma está cada vez más disociada del concepto de Bondad o moral, pero no qué de cientos hay presos en Cádiz.


En el blog jurídico, al plantear motivos que justifican la inobservancia de la ley